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NORMA MARTÍNEZ:

“Las mujeres estamos posicionándonos en lugares que tradicionalmente eran masculinos y no solo en el teatro, sino en todas partes”

Publicado: 2017-07-04
Actriz, directora de teatro y presentadora de televisión. Norma Martínez es fuerte, segura, decidida y apasionada por lo que hace. Esta peruana de nacimiento siempre elige experiencias que le gusten e interesen, no por costumbre o necesidad, sino por convicción y placer.

Son las 7 de la noche y la cita es en el Teatro Británico del distrito de Miraflores, cerca del Parque Kennedy. Norma tiene que alternar su tiempo entre este teatro (donde dirige Puente) y el de la Alianza Francesa (con la obra Pulmones), y es que su talento la mantiene ocupada en múltiples trabajos que comprenden el teatro, cine y televisión. Confiesa no poder elegir entre uno de ellos, pues se ha dedicado a los tres con la misma pasión y en todos ha logrado presencia actoral y escénica dentro y fuera del país. 

Nos acomodamos en las butacas del teatro y delante de nosotras, sobre el escenario, los actores Ana Cecilia Natteri, Alonso Cano, Lolo Balbín y Gabriel González se preparan para salir a escena en poco menos de una hora.

Un repaso por los inicios de Norma Martínez, su formación, viajes, aprendizaje, sueños y opinión sobre la presencia de la mujer en el teatro peruano.


¿Por qué estudiar teatro? ¿Fue tu primera opción?
Sinceramente, nunca fue mi primera opción. Me acerqué al teatro porque ahí vi una oportunidad. Yo estudié publicidad y sentí que necesitaba una forma de expresión, así que me inicié en la danza, y a través de esta conocí el teatro, pero nunca me imaginé que se iba a convertir en mi oficio.
¿Dónde fue tu formación como actriz?
Hice algunos talleres antes de ingresar al Club de Teatro de Lima. Luego estudié con Roberto Ángeles y Alberto Isola, hasta que gané una beca con la que me fui a Londres para finalmente estar 5 años en España donde me seguí preparando. Pues pienso que la preparación de un actor, de un artista en general, no es algo que termina, está en constante evolución y movimiento.
¿Qué significa el teatro para ti?
Es mi casa. El teatro no solo me ha formado como profesional, sino también como persona, en todos los aspectos y niveles, y se ha convertido, hasta el momento, en mi mejor forma de comprender el mundo y de relacionarme con la sociedad.
¿Qué importancia tiene el teatro desde tu concepción de directora y actriz?
Esta es la segunda vez que dirijo una obra peruana (refiriéndose a ‘Puente’). La primera fue ‘¿Qué me pongo?’ de la dramaturga peruana, Mariana Silva. En esa ocasión, surgió de manera distinta porque era un proyecto generado con Mariana; y, en esta segunda oportunidad, fui invitada por el Británico para dirigir esta obra de Ximena Basadre, ganadora de la 6ta edición del concurso ‘Ponemos tu obra en escena’. Me parece que en los últimos años estamos siendo testigos de un desarrollo de la dramaturgia peruana sin precedentes, lo que nos permite explotar y conocer mejor nuestro trabajo.
¿Cuál es el grado de dificultad de cada una de las obras que diriges o actúas?
Todos me cuestan trabajo realizar, porque siempre estoy tratando de ponerme un nuevo reto, de hacer algo que no haya hecho antes. Entonces todas las experiencias me resultan estimulantes e interesantes; además que he intentado, hasta el momento, hacer en el teatro solo lo que me interesa y me gusta. No es una cosa que haga por simple costumbre o por necesidad, lo hago por placer.
Me acabas de contar que estuviste 5 años en España, ¿cómo observaste el teatro español? ¿Qué similitudes o diferencias encuentras con el peruano?
Siempre he considerado que nuestro nivel actoral es altísimo. He tenido oportunidad de ver teatro en muchos países y considero que la calidad de nuestros actores y directores es muy alta. Probablemente en otros países cuenten con más recursos para la producción y también, con más apoyo del estado, cuando aquí recién vamos empezando y todavía estamos limitados en políticas culturales sostenibles.
¿Por qué escogiste España?
Mi padre es español y yo tengo doble nacionalidad así que no había ningún problema con los papeles. Me fui con la idea de estar tres meses y me quedé 5 años, no fue algo que planeé, sino que se dio y cuando me di cuenta, ya había pasado el tiempo.
Hace poco estuviste en una producción colombiana, con el papel antagónico de Adela en la serie 'La Esclava Blanca'.

Hace como un año regresé de Colombia. Fue un rodaje bastante intenso de 8 meses de arduo trabajo que al final fue recompensado, porque la serie se está viendo en todo el mundo y recibo comentarios positivos por lo que hice, así que fue una buena decisión hacer esta serie.


Norma Martínez recibió una nominación en la categoría ‘mejor actriz antagónica de telenovela o serie’, en la 33.a edición de los Premios India Catalina. Gracias a este papel, recibió elogios de la crítica y renombre a nivel internacional.
¿Cómo observas el desenvolvimiento y la presencia de la mujer en el teatro peruano?

Siento la presencia femenina más notoria en dirección. En esta primera mitad del año, las mujeres hemos coincidido dirigiendo en las salas más representativas de la ciudad. En La Plaza, Centro Cultural de la PUCP, Pacífico, Británico, Alianza Francesa, Universidad de Lima y en la Ricardo Palma, nos damos cuenta de que las directoras hemos tomado las salas. Nunca había visto algo parecido en todo el tiempo que estoy vinculada al teatro y me parece un buen síntoma de lo que está pasando también en la sociedad: que las mujeres estamos posicionándonos en lugares que tradicionalmente eran masculinos, no solo en el teatro, sino en el cine, las empresas y en todas partes. 

Creo que hay un nuevo movimiento, sobretodo en la gente más joven, de empoderamiento, que vuelve a colocar el tema de la igualdad y la equidad en el foco de la atención social y cada vez más mujeres estamos ocupando lugares relevantes dentro de la comunidad.


En la temporada que Norma menciona, Nishme Súmar dirigió ‘El curioso incidente del perro a medianoche’ en La Plaza; Mariana de Althaus, ‘Pájaros en llamas’ en el CCPUCP; Vanesa Vizcarra, ‘Macbet’ en el Teatro de la Universidad Pacífico; Rocío Tovar, ‘Los Perros’ en la Universidad de Lima; Alejandra Núñez, ‘Eurotrash’ en el Centro Cultural Ricardo Palma; y ella con ‘Puente’ y ‘Pulmones’.
¿Aún hay problemas que continúan vigentes y debemos superar?
Considero que siempre habrá trabas, pero ahora hay más conciencia y las mujeres somos más valientes para defender nuestros espacios.
Dentro de tu desenvolvimiento artístico, ¿has tenido alguna dificultad por ser mujer?
Honestamente, nunca me he sentido menos por mi condición de mujer ni tampoco he sido víctima de discriminación. Creo que siempre me he desarrollado en un ambiente artístico que es más vanguardista frente a la sociedad, entonces nunca he percibido algún tipo de superioridad de nadie frente a mí.
¿Qué cambios crees que necesita el teatro peruano?

Lo más importante es fortalecer nuestra dramaturgia, porque de eso se desprende todo lo demás y creo que la tarea pendiente es la descentralización no solamente en Lima, donde casi todos los teatros están concentrados en un área, sino en provincias, pues no hay muchas escuelas de arte dramático fuera de la capital, no hay donde estudiar y las posibilidades son limitadas al igual que los espacios donde presentar las obras. A diferencia de hace algunos años, cuando investigué, había una muestra de teatro peruano organizado por el Movimiento Teatro Independiente, quienes realizaban encuentros teatrales. Incluso en los años 70 traían a personajes como Eugenio Barba, uno de los teóricos teatrales más famosos a nivel mundial. En ese sentido, creo que podríamos hablar de un desarrollo a nivel nacional cuando tengamos un movimiento de teatro descentralizado donde pueda llevar estas obras que actualmente dirijo, y hacerlas girar por todo el país si tengo un espacio que las reciba.

Norma se detiene un momento cuando recuerda el Teatro Municipal de Trujillo: “Ahora ustedes tienen un teatro espectacular en Trujillo. También el de la UPAO que pude visitarlo cuando estuve por allá: es un teatro increíble e impresionante, son dos espacios que van a forjar el crecimiento del teatro en toda la ciudad y el país”. 
¿Tienes algún sueño pendiente por cumplir?
Todavía me faltan explorar ciertas expresiones artísticas que no he tocado aún. Últimamente pienso mucho en las artes plásticas, me encantaría escribir y tener un laboratorio de investigación actoral donde se vinculen distintas prácticas de la formación de un actor. Mi sueño es tener un local en el campo donde los actores podamos reunirnos en grupos para trabajar y entrenar con la misma mística con la que se va a un retiro, es decir, programas de un fin de semana o una semana completa, donde nos concentremos para desarrollar nuestra técnica y trabajo.
Preguntas rápidas:
¿Cómo te defines en tres palabras?: Apasionada, perfeccionista y curiosa.
¿Obra de teatro favorita?: (Riendo) Puente y Pulmones.
¿Pasatiempo favorito?: Huevear (ríe). El ocio creativo es mi pasatiempo favorito, así como estar con mi familia y mis gatos, ver a los amigos, leer, ver series y películas, caminar. Me gusta mucho caminar, hay veces que vengo al teatro caminando, no vivo lejos, pero siento la necesidad de caminar.
¿Tu mayor logro?: Haber tenido siempre la posibilidad de vivir de lo que me gusta hacer y ayudar a la gente, tocar sus corazones para que sientan, piensen, se entretengan, rían, lloren y se encuentren consigo mismo a través de los personajes o de las obras que dirijo.
¿La mejor virtud que alguien pueda tener?: Saber escuchar. 
¿El peor defecto?: No saber escuchar. 

Escrito por

Melissa Monzón Licera

Periodismo. Fotografía. Cine. París, Londres y Roma.


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